martes, 25 de octubre de 2011

LA EDUCACION EN LA EDAD MEDIA.

Evolución de la Educación en la Edad Media

   Durante siglos, la enseñanza, el aprendizaje, el conocimiento escaso que se había rescatado de las culturas griega y romana, estuvieron asociados a la Iglesia Católica y, sobre todo, a las necesidades que ella tenía (como, por ejemplo, en los servicios religiosos y la lectura de los libros sagrados).
  El latín fue escogido como idioma oficial de la Iglesia, por eso durante todo este período en la enseñanza como en el intercambio de conocimiento fue el latín la lengua que se usó. Debe decirse que en toda esta época no había mucha matemática disponible, aunque en el currículo educativo para las pocas escuelas que hubo se le dio cierto énfasis a las matemáticas. Por ejemplo, el modelo educativo estaba formado por lo que se llama el cuadrivium y el trivium. El primero estaba constituido por geometría, aritmética, astronomía y música. El trivium: por retórica, gramática y dialéctica . Sin embargo, como hemos dicho, el nivel matemático era bajo, apenas una aritmética y una geometría muy elementales.

   La educación en la edad media se puede dividir en dos etapas:

1) EDUCACIÓN EN LA ALTA EDAD MEDIA 

   Se ha llamado Alta Edad Media al primer período después de la caída del imperio de Occidente y comprendería aproximadamente hasta el siglo X. En esta etapa tienen lugar procesos políticos significativos. algunos reinos romano-bárbaros se habían implantado más o menos sólidamente en el territorio del imperio de occidente, donde la única autoridad política auténticamente romana era la iglesia y sobre todo el papado; por otro lado, el imperio de Oriente conserva su unidad y su fuerza, que le permitirá intentar la reconquista de Occidente. Estos tres centros de poder se enfrentarán en una lucha ideológica y militar. Más adelante, aparecerá un nuevo fenómeno religioso y político que incorpora un nuevo actor social que se sumará y enfrentará a los preexistentes: el fenómeno creciente del Islam.

Decadencia de la Cultura Clásica.


En el año 400 d.C. el papa Gelasio I insistirá: "No se admita al sacerdocio al que sea ignorante de las letras o tenga algún defecto físico", san Ferreol advertía: a quien quiera llevar el nombre de monje, no le sea lícito ignorar las letras. Los visigodos de España se convertirán al catolicismo, en 589 (esto dará lugar a un renacimiento cultural que se interrumpe solo con los árabes, provocando, con la diáspora de los intelectuales cristianos, un resurgimiento de los estudios en todo el Occidente). 

La Escuela Cristiana "More Synagogae"

  Con el dualismo de Estado e iglesia, estando todavía en manos de los romanos, es precisamente la iglesia la que reorganiza la cultura y la escuela. En 418 el papa Zósimo había instituido las primeras escuelas religiosas, porque - decía - los sacerdotes no querían enseñar antes que aprender. El modelo organizativo de estas escuelas para la formación de los sacerdotes-maestros es la escuela hebrea. El cristianismo, fundado en la tradición hebrea, marca una neta separación de la tradición antigua, que quería excluir de la instrucción al los grupos populares. El mandato (vayan y enseñen a todas las   gentes) marca una nueva actitud mental: todos deben ser, si no cultos, a menos aculturados a través de un proceso que hoy llamaríamos institucionalizado, estando abierto para cualquiera el acceso a aquella corporación de maestros que es precisamente el clero.


Las Escuelas en los Obispos y  cenobios.

    Hacia mediados del siglo XI Europa se encontraba en un periodo de evolución desconocido hasta ese momento. La época de las grandes invasiones había llegado a su fin y el continente europeo experimentaba el crecimiento dinámico de una población ya asentada. Renacieron la vida urbana y el comercio regular a gran escala y se desarrolló una sociedad y cultura que fueron complejas, dinámicas e innovadoras. Este periodo se ha convertido en centro de atención de la moderna investigación y se le ha dado en llamar el renacimiento del siglo XII.


La nueva cultura escolástica 
Considerando las iniciativas educativas del clero secular y del clero regular, se puede decir que han cambiado los contenidos desde los clásicos de la tradición helenístico-romana a los clásicos de la tradición bíblico-evangélica.
La cultura que los cenobios ofrecían a los oblatos y a los monjes, y que las rectorías y obispados ofrecían a los clérigos, era bien poca cosa en comparación con la antigua cultura clásica, aunque fuera edificante: salmos y sagradas escrituras en general, más la ley eclesiástica y alguna fabulosa vida de santo. Esta nueva ‘instrucción concreta’ no podía prescindir de una ‘preparación formal en el leer, escribir y hacer cuentas, aunque a niveles mucho más reducidos que los tradicionales.
 La tradición cultural del mundo clásico conserva sólo un valor instrumental. La hipótesis es que el estudio de la gramática aunque sea a niveles mínimos, sirve para llegar a la comprensión de las sagradas escrituras. El cálculo es un instrumento para medir las estaciones y las horas de la liturgia.
Se piensa que la enseñanza sería a partir del aprendizaje de memoria del nombre de las letras, lo cual era una continuidad de los métodos tradicionales judíos. Pasarían después a deletrear y eventualmente a silabear, antes de llegar a la lectura de los textos. Así, para la escritura se sigue usando el pruductalis, plantilla en la que están trazadas las letras que el muchacho debe reproducir. 

Contra la cultura clásica
   Al constituirse las escuelas cristianas, la polémica contra la cultura clásica se renueva para llegar a una desaparición temporal de la misma (‘un eclesiástico no debe leer los libros de los gentiles; lea los de los heréticos sólo por exigencias de los tiempos’), aunque Casiodoro en la corte de Teodorico luego intenta reconciliar ambas tradiciones.192 Pero aún para Casiodoro:
“las artes liberales se deben aprender solamente para poder entender más sutilmente las palabras divinas, gracias a la instrucción que hay en ellas”.193
   El papa Gregorio I fue el más tenaz adversario de la cultura clásica. Para él es indigno de un cristiano preocuparse de la elegancia de sus escritos o el enseñar gramática, o sea la lectura de autores antiguos.


Escuelas canónicas ciudadanas
   Junto a esta reelaboración cultural, otra revolución se está llevando a cabo, permitiendo que el acceso a la instrucción se amplíe, para incluir a los niños de clases subalternas, antes excluidos. Si las parroquias y los cenobios son la nueva escuela y los presbíteros y lospriores fratres los nuevos maestros, a la escuela ya no van los hijos de centuriones, sin niños de origen humilde, y a menudo esclavos de ultramar. Es la nueva actitud cristiana de apertura a todos en cuanto a educación (sobre todo sirviendo a la aculturación).
   Los muchachos o adolescentes que se encuentran en el clero empiezan a ser alojados en una estancia del atrio, de manera que pasen esos años en las disciplinas eclesiásticas, evitando la lujuria, confiados a un anciano muy venerable, que sea maestro de doctrina y ejemplo de vida. Las sucesivas reglas monásticas seguirán estas prescripciones.
   Esto configura una verdadera escuela en la parroquia. Sus alumnos acceden a través de un reclutamiento dentro de la organización eclesiástica:
“El concilio del año 638 prescribe que los muchachos cuyos padres han recibido un título de libertad, sean aceptados en la iglesia a quien deben obsequio, a fin de ser instruidos. (Manacorda, 200)
Época carolingia


Escuela entre papado e imperio
   Los francos habían adoptado la religión cristiana. Con la dinastía carolingia la ortodoxia es mayúscula. Carlomagno hará crecer la adherencia al cristianismo sin pausas ni contemplaciones. Es el representante más conspicuo de una nueva síntesis de las culturas romano-cristiana y bárbaro-germánicas. Cada una de estas síntesis, a su vez, es expresión de contradicciones, de luchas hegemónicas entre diferentes culturas (como es el caso de los romanos y los cristianos) o de diferentes tribus bárbaras germánicas que confluyen en los francos.
Carlomagno
 Carlomagno hereda el trono carolingio inaugurado por su padre, quien a su vez había desplazado a los merovingios. Desde el ascenso de Carlomagno, en la segunda mitad del siglo VIII el nuevo rey consolidará su posición a través de sucesivas conquistas territoriales, alianzas matrimoniales (su primera esposa es hija del rey lombardo) unificación religiosa bajo el signo del cristianismo, logrado con la fuerza de las armas y la bendición papal. A su vez propicia un  florecimiento cultural, atrayendo en su corte a numerosos intelectuales de todos los confines del imperio en expansión. Dice Marrou que “el largo crepúsculo italiano da la mano al alba céltica” asumiendo seguramente que entre todas las culturas y etnias asimiladas no pasaría desapercibida la herencia de los primeros celtas, aunque éstos estaban dispersos en el continente, con su cultura sumergida o quizás emergiendo en historias que los triunfadores germánicos asimilaban sensible o insensiblemente. De los celtas, que se cuentan entre los primeros habitantes de Europa, sólo quedan restos dispersos o híbridos – como los celtíberos en España, ya asimilados por los visigodos y luego por los moros – o los reductos más definidos pero aislados del limite Norte y Este de Europa, desde Escocia, Irlanda, Wales, Galicia. Los ilustres monjes que atrae Carlomagno, entre los cuales sobresale Alcuino de York, se constituirá el Sacrum Imperium, y ellos serán los inspiradores de la política cultural y educativa de la Renovación. En este Sacro Imperio, guerreros e intelectuales son soportes y gestores del poder estatal. El Estado actúa en nombre de la Iglesia y su acción educativa se ejerce a través de la Iglesia. La instrucción en general, y la formación del clero en particular, es confiada exclusivamente al orden clerical, pero éste forma parte del Estado. Son decisiones del Estado que la Iglesia mediatiza. Podríamos pensar que es lo inverso de lo que ocurre en el frente de batalla, que las ideas de la iglesia se cumplen con el rigor de las armas del Estado. Los documentos del nuevo Estado se refieren expresamente a esta nueva política de confluencia de Estado e Iglesia. En una Epistola, del año 787 (Epistula de litteris colends) dirigida a Baugulfo, Abad de Fulda, ya se dice que los eclesiásticos deben dedicarse a la enseñanza, no olvidando los estudios literarios, pues cuanto más plenamente se haya instruido en el magisterio de las letras, mejor se comprenderán espiritualmente los misterios de las escrituras.
   Después de las disputas bizantinas y luego de la censura de la cultura clásica por parte de papas como Gregorio, en esta Renovación carolingia la cultura clásica vuelve a ponerse en primer plano, con una salvedad: “siempre que se tome para usos mejores”(Manacorda, 206)
  El Estado cuida la preparación profesional de sacerdotes, dado que se trataba precisamente de una función de gobierno. La sede de aquella instrucción de religiosos será el obispado, bajo la atención del Estado. Los propios concilios eclesiásticos en Francia, como los de Chalons y Tours en 813 (época de Carlomagno) apelarán a lo que ‘el emperador ha decidido’.
  Sin embargo, surge ya un cierto conflicto entre Estado e Iglesia, quizás expresión de contradicciones que en una época no podían hacerse manifiestas. Existían diferentes puntos de vista con respecto a la educación de niños laicos: existe una preocupación evidentemente política para que se eduque a estos niños que no están destinados a la vida religiosa, pidiendo para ellos una mayor instrucción hacerlos participar de la cultura y la sociedad. Carlomagno ordena: “Los padres manden a sus propios hijos a un convento o a la parroquia para que aprendan el Pater o el Credo, a poder ser en su propio dialecto”.(Manacorda, 206-207)
   Más tarde, el nuevo emperador, recomienda que en los monasterios se vuelva a restringir la educación – la admisión en la escuela – a los oblatos. Pero ya empezaban a aparecer escuelas públicas del Estado, de manera que se empieza a generalizar la idea de liberar a la iglesia de la educación de otros miembros del pueblo; ello se posibilita por la creación de escuelas en los lugares más importantes del imperio. Pero, dice Manacorda, esta política se modificará pronto y radicalmente, pretendiendo volver a ejercer el control de toda iniciativa en educación. Pero, si el papado romano vuelve a ocuparse de estos temas, es especialmente porque le interesa la formación de los clérigos.
  Parece que existen en este momento, instituciones educativas diversas. La primera es una escuela de estado para los laicos, en algunas de las mayores ciudades; la segunda es una escuela eclesiástica, que a nivel parroquial estaba abierta a los laicos y a nivel episcopal estaba reservada a la formación de los clérigos; la tercera en los monasterios, reservada generalmente a los oblatos, sin estar absolutamente cerrada a los laicos. En general, los laicos que frecuentarán las escuelas cenobiales serán nobles aspirantes a la carrera eclesiástica.209  
   Así pues, entre finales del siglo VIII y la mitad del siglo IX, Carlomagno y sus sucesores por una parte, y los papas definieron un nuevo derecho escolástico. Se crearon las bases para la instrucción profesional del clero en las sedes episcopales y cenobiales y también para un mínimo de adoctrinamiento religioso de los laicos en las parroquias y eventualmente en los monasterios.
   Experiencias de vida en una escuela cenobial (relato de un protagonista) 209 la didáctica, aprendizaje global de la lectura, el latín y el alemán, enseñanza mutua, catequística y mnemotécnica211, salmos bíblicos, educación física y guerrera212 educación de los bárbaros y su rechazo a la escuela y a los castigos.





  2)LA EDUCACIÓN EN LA 
   BAJA EDAD MEDIA

   Como bien es sabido, la iglesia ha estado presente y en la edad media no es la excepción la iglesia ha sido una parte importante en la instrucción. A continuación se mencionaran los puntos mas importantes de esta época:
  La decadencia de la iglesia empieza a surgir, las escuelas parroquiales y episcopales y las cenobiales son cada vez mas mediocres es ahí donde aparece la “schola”.
    Una de las diferencias entre la edad alta y la baja, es que en esta época la educación no es tan estricta, ya que aquí si esta permitido el ocio.

  El obispo deja de ser el maestro para que aparezca el magischola, que es el encargado de la educación, y lo mas importante “licenciado” para la enseñanza, y en rangos religiosos uno de los mas altos, por tal motivo el podía dar licencias para la docencia (licencia docendi).
  La educación trata de ser para todos, aun los pobres, todos deben de tener conocimientos literarios y religiosos principalmente. 
  Al haber licencias por parte de los magisholas, la enseñanza sale de los monasterios, y las ciencias mundanas prohibidas comienzan a tomar fuerza.
    Surgen las universidades, supervisadas por la iglesia, y en dichas universidades solo podían enseñar únicamente aquellos que contaran con licencia.
   La educación seglar de la Edad Media lo constituye el desarrollo de la educación caballeresca.
  Las condiciones sociales y políticas de esta época hace que surja un tipo de hombre que se distinga por sus condiciones guerreras.

   Aquí la importancia de la educación física, valor, honor, fidelidad y cortesía.
  En esta época la educación guerrera se convierte en educación caballeresca, asumiendo como propios los aspectos intelectuales, distintos de los de la ciencia de los clérigos.
   Como norma a los quince años el niño se convertía en paje o escudero de algún experto caballero al que seguía como a su propio maestro; y a los veinte años, terminaba su educación, era proclamado caballero. 


Educación caballeresca
¨      Clases: musical y guerrera

¨  Ideal: Formar caballeros sin tacha y sin miedo, virtuosos, expertos en las armas; protectores de los débiles; fieles a Dios, a la Iglesia, a su señor y a su dama
¨      Siete perfecciones del caballero: cabalgar, tirar al arco, luchar, cazar, nadar, jugar el ajedrez y versificar.

Educación ciudadana
¨      Escuelas Municipales. Nacieron porque las escuelas dirigidas por el clero no preparaba a los educandos para las exigencias de la comunidad.
¨      Tenían una orientación mas practica.
¨      Especial importancia a la lengua materna, sin renunciar a la enseñanza del latín
¨      Rudimentos de geografía y de ciencias naturales.
¨      Enseñanza de lectura, escritura y calculo tuvieron orientación más práctica y utilitaria.

Educación gremial
¨      Educación para los hijos de los agremiados.
¨      Tenía sentido técnico, orientación práctica, industrial y comercial
¨      Los talleres, el centro de trabajo eran las escuelas, donde se educaba para el oficio a través de la práctica cotidiana del mismo.
¨      Comprendía los grados de:
§  Aprendiz,
 § Compañero u oficial y   Maestro.
Educacion Caballeresca   Y  Educacion Gremial

Conclusión
   La educación en la edad media recae principalmente en la iglesia. El contenido de la educación se basó principalmente en la enseñanza de los artes liberales y las doctrinas cristianas.
  La libertad de los maestros para enseñar en diversos lugares a través de la obtención de una licencia permitió el surgimiento de las primeras universidades.
   La agrupación de los productores permite la enseñanza para una especialización en el trabajo.